Los humedales son importantes porque brindan beneficios de diferente
índole a la sociedad. Encontramos, por ejemplo, los servicios de
aprovisionamiento que están relacionados con el suministro de materias
primas como fibras, alimentos como peces, moluscos, madera entre otros.
También contribuyen a la regulación del ciclo del agua, la recarga de
acuíferos, retención de sedimentos, estabilización de línea costera,
control de erosión.
Culturalmente los humedales, para muchos grupos humanos, representan territorios en donde han desarrollado sistemas de vida particulares, adaptados a las condiciones del entorno, además de servir de escenario para la recreación, la educación y la investigación científica.
Los humedales juegan un papel muy importante en la regulación del ciclo
del agua pues entre los servicios que proveen está el de mitigar las
inundaciones, absorber contaminantes, retener los sedimentos, recargar
los acuíferos, estabilización de línea de costa entre otros
La Convención Ramsar agrupa los humedales según su origen y
funcionamiento en dos grandes categorías: humedales interiores y
humedales marinos y costeros.
Los marinos y costeros a su vez se subdividen en marinos, estuarinos y
lacustres/palustres; y los interiores en fluviales, lacustres y
palustres.
Pensar en el agua solo como un recurso a explotar sin plantearse las posibles consecuencias de su uso debe pertenecer al pasado. Ahora más que nunca, somos conscientes de nuestra dependencia frente a estos ecosistemas y de recursos básicos que nos aportan, como agua en cantidad y calidad, energía, pesca y marisco, mitigación frente a inundaciones y sequías, espacios para la relajación y de identidad cultural.
Sin embargo, también se enfrentan a multitud de amenazas, como sobreexplotación, contaminación o destrucción, que suponen una pérdida directa e indirecta de miles de millones de euros. Así que cuanto antes abordemos los conflictos entre explotación del recurso y conservación de la naturaleza, antes empezaremos a valorar la importancia de estos espacios.
Los humedales son de los ecosistemas más ricos y productivos del planeta por su gran diversidad biológica, sin embargo en los últimos 50 años han desaparecido en nuestro pais más del 60 %, debido a la creencia de que eran zonas sanitariamente peligrosas, reñidas con las actividades agrícolas y presionadas por programas de desarrollo y altos niveles de contaminación. Su origen puede ser diverso, ser naturales o artificiales pero sirven para regular el ciclo hidrológico, filtran la contaminación, son lugares de cría de centenares de aves migratorias y albergan comunidades de plantas y microorganismos exclusivos.
La calificación de espacios protegidos en muchos casos no ha servido para su protección real y siguen siendo objeto de multitud de atentados de todo tipo, desde incendios a vertidos de diversa índole, algunos tan graves como el ocurrido en el entorno de Doñana. las soluciones pasan por un compromiso entre los distintos sectores afectados y una mayor eduación ambiental que nos ayude a conocer mejor estas zonas fundamentales para la supervivencia de muchas especies especialmente las aves acuáticas, de las que siete especies figuran en peligro de extinción según el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas. Otra de las principales amenazas reside en el vertido de plomo en los humedales donde se practica la caza, debido a la utilización de munición realizada con este material. Actualmente se cifra en unas 50.000 las aves acuáticas que mueren cada año por plumbismo en España.
Mas informacion: http://www.igme.es/internet/zonas_humedas/ramsar/home.htm
http://www.fundacion-biodiversidad.es/inicio/centros-redes/cehum
http://www.patrimonio-humanidad.com/pagina.php?id=29
http://www.magrama.gob.es/es/biodiversidad/publicaciones/pan_humedales_tcm7-19093.pdf
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