LAS SECUOYAS, pueden llegar a ser los arboles más altos del planeta,
pueden producir madera, crear puestos de trabajo, conservar limpios los ríos y
albergar incontables especies del bosque.
En el parque estatal de las secuoyas de la costa de Humboldt
en California, un manto de niebla nutre a los viejos gigantes y a otros
ejemplares más pequeños que crecen en el bosque secundario situado fuera del parque.
Las secuoyas de la costa obtienen de la niebla más del 30% del agua que
necesitan.
Podría decirse que la historia de los EEUU esta marcada enmadera de secuoya de la costa.Los llamamientos para salvar a los arboles se oyen casi tan pronto como empezaron las primeras talas.Durante milenios las tribus Tolowa,Yurok y Chlula entre otras,vivieron tras una barrera casi impenetrable de secuoyas de mas de 100 metros de altura,alimentándose de salmones,carne de uapiti y bellotas,tallando largas canoas con los troncos caídos.
Esta forma de vida termino bruscamente en 1894 cuando los EEUU arrebato California a México y se descubrió oro en su territorio.
Los comerciantes de la costa este vieron una manera mas fácil de enriquecerse: explotar la madera rojiza y resistente a la podredumbre que ya gozaba de gran demanda en un estado que cuadruplicaba su población en una década.Los barones de la madera se hicieron con miles de hectáreas de tierras federales en el territorio de las secuoyasa 6,20 dolares la hectárea iniciando una era de explotación privada que dura hasta hoy.
Surgieron pueblos madereros en toda el área de secuoyas De las aproximadamente 800.000 hectáreas de bosque primario hoy se conservan un 5% disperso en parques y reservas en toda el área,desde principios de siglo hasta nuestro días se han talado miles y miles de hectáreas siendo ha partir de los años 60 cuando aparecieron las grandes motosierras y maquinaria pesada
En 1985 se adoptó un modelo comercial de corta a tala rasa
lo que duplico y hasta triplico el volumen de la madera extraída en las tierras
de la compañía Pacifica Lumber que llego a alcanzar las 85.000 hectáreas. Su
intento de talar la mayor extensión de bosque primario suscito una oleada de
protestas. Una oleada de jóvenes salió a la calle y se subió a los arboles,
fueron tiempos peligrosos, algunos de loa que se subieron a los arboles fueron
arrancados a la fuerza de sus plataformas a casi 100 metros de altura.
Pero los tiempos de las confrontaciones han pasado a la
historia. En la década de los 90 California redujo la extensión máxima
permisible para la corta a tala rasa, los pesados tractores que causaban tanta
erosión han sido sustituidos en gran parte por palas excavadoras de orugas con
pinza articulada, al levantar a los gigantes del bosque y no arrastrarlos, las palas
cargadoras eliminan las vías de saca sumamente erosionables, que caracterizaba
la expoliación forestal con tractor y era una desgracia para las corrientes donde
iban a desovar los salmones.
Ahora cada vez más son los propietarios dejan que sus
secuoyas crezcan más y las cortan con menos frecuencia. Algunos lo llaman
silvicultura ecológica, una forma de gestión del bosque que intenta asegurar el
hábitat de la fauna y la limpieza de los ríos además de generar empleos y
producir madera, las secuoyas producen más y mejor madera a medida que
envejecen y ahora se seleccionan los arboles a cortar por su tamaño y la tala
rasa ya no se practica casi se deja crecer los bosques y no arrasarlo como se hacía
en los años 70 y 80 aunque los peligros para las secuoyas no se han acabado,
los incendios cada vez más frecuentes en California, las plagas, sequías y el
cambio climático están acorralando a estos gigantes y aunque se han cambiado
los métodos de corta de estos arboles, la demanda de su madera no para de subir
poniendo en peligro a estos fantásticos gigantes del bosque de más de 100 metros de altura y a toda su
fauna.
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