El Estado australiano de Australia Occidental,aprobó el pasado diciembre la caza de tiburones
blancos de más de tres metros días después de que uno de los escualos acabase con la vida de un surfista en una playa de la región de Margaret River, a unos 270 kilómetros al sur de Perth.
El gobierno de Australia Occidental quiere reducir las poblaciones de
tiburón blanco, tiburón sarda y tiburón tigre, con la intención de
hacer más seguras para los seres humanos las playas de la región.
Según el plan, se utilizará pesca de palangre para atrapar a los
tiburones. Cualquiera que sea mayor de tres metros será sacrificado.
Esta ley intenta disminuir la cantidad de muertes producto de ataques de
tiburones, que en los últimos tres años ha dejado siete fallecidos.
la organización ecologista Sea Shepherd,organizo manifestaciones para que declare ilegal la orden y se detenga de inmediato la matanza de estos animales protegidos.
El biólogo marino Dan Monbeux defendió que no existen pruebas
científicas de que matar tiburones reducirá el riesgo de ataques a
bañistas.
Se han colocado sistemas de anzuelos para atraer a los escualos, en el que pueden morir ejemplares más pequeños.
Según Sea Shepherd, unas cinco personas mueren cada año en el mundo por ataques de escualos,
en comparación con la treintena que perecen en Estados Unidos por
agresiones de perros o las 30.000 que padecen problemas de obesidad.
En
Australia, 202 personas han muerto desde 1791 por culpa de los
tiburones, 20 de ellas en Australia Occidental, de acuerdo a la Sociedad
Australiana de Conservación Taronga.
Los manifestantes se congregaron en varias playas de Perth, en Australia
Occidental, así como en los estados de Vitoria y Queensland para
oponerse a la norma aprobada el pasado diciembre tras la muerte de un
bañista en el ataque de un tiburón un mes antes.
En dos zonas delimitadas cerca de Perth, profesionales con licencia están autorizados a matar tiburones de más de tres metros.
Sin
embargo, los manifestantes criticaron que el sistema de anzuelos que se
utilizan para atraer a los escualos también mata indiscriminadamente a
ejemplares más pequeños.Sacrificar a especies vulnerables tiene sus propios riesgos. De acuerdo
al biólogo y experto en fauna marina, William Robbins, la estrategia de
la red con anzuelos podría incluso causar la muerte de tiburones que no
significan un peligro para los humanos. “Los tiburones blancos no se
reproducen hasta haber cumplido los diez años de edad, y cuando
finalmente lo hacen sólo tienen un par de crías. Entonces, el hecho de
que sean eliminados podría afectar la población de tiburones blancos en
general”
Los 4,41 millones de dólares que el Gobierno ha pagado para llevar a
cabo su operación, se podría utilizar el dinero para educar e informar a
la población acerca de los riesgos de ir al mar al anochecer o durante
la noche. “Los ataques de tiburón son una de esas cosas que provocan un
miedo enorme en la gente. Pero sólo el año pasado murieron más personas
en las playas por ahogo que por ataques de tiburón. Sólo es cuestión de
poner las cosas en perspectiva”.
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