Indignación por la decisión de verter agua al mar de la central nuclear de Fukushima.
El gobierno nipón ha dado luz verde al plan de verter al pacifico, de forma gradual un millón de toneladas de agua procedente de la central nuclear de Fukushima, que fue fatalmente afectada por el tsunami del 2011. Esta decisión ha generado un profundo rechazo entre los colectivos ecologistas algunos de los países vecinos de Japón y el sector pesquero local, aunque Tokio asegura que la medida no representa peligro para el medioambiente o el ser humano.
El líquido que sigue en la central, es una mezcla de agua que se utiliza para enfriar los reactores y la que se filtra en el subsuelo. Pero Fukushima tiene un grave problema, los gigantescos tanques que guardan esa agua radioactiva, están al borde de su capacidad y cada día se suman 140 toneladas más. Se calcula que para el año que viene se agotará el escaso espacio y creara un verdadero problema. En estos años se ha buscado una solución para esta agua, pero el gobierno Japonés no ve viable ninguna otra solución y cree que verter el agua radioactiva al mar es la mejor solución.
Aunque las autoridades aseguran que será convenientemente tratada, para que no suponga un peligro para el medioambiente, los expertos consideran que seguirá manteniendo isotopos radioactivos.
Explosión de Fukushima en 2011 |
El plan del ejecutivo es comenzar a verter agua en el mar el 2023, y el proceso durara 30 años.
La central de Fukushima, se encuentra en la primera fase de su proceso de desmantelamiento, que consistente en la descontaminación de la zona y la retirada del combustible nuclear de los reactores menos afectados por el accidente. Se prevé que el desmantelamiento se complete entre 2041 y 2051.
No hay comentarios:
Publicar un comentario