El impacto de la industria textil en el planeta, se ha
disparado, cada año se venden 80.000 millones de prendas en el mundo, la
industria textil es la segunda más contaminante del planeta, y es la
responsable del 20% de los vertidos tóxicos
que se vierten al agua.
Un ejemplo, cada Español se desprende de unos 7 kilos de
ropa al año, o cada estadounidense llegan a deshacerse de 35 kilos, y siendo
sinceros, más de un 75% acaba en el vertedero. Donar, reciclar o revender son
las mejores opciones, pero ni si quiera cumpliendo con nuestras obligaciones de
consumidores concienciados, podemos resolver el entuerto que se nos ha ido de
la mano.
Pero que ha sucedido en la industria textil?
La explicación se resume en dos palabras, Fast fasion y low cost . Un consumo indiscriminado de ropa impulsado por las grandes cadenas textiles. Un modelo que no existía hace 20 años pero que ahora tiene dimensiones planetarias. Compramos 4 veces más ropa que en los años 90
¿Porque?
Porque es más barata, gracias a la deslocalización de la industria textil, la
mayoría de las 250.000 fábricas que hay en el mundo están en Asia.
Zara fue la pionera al implantar la reposición de modelos 2
veces a la semana en sus tiendas, la moda se estructuraba en dos periodos,
primavera-verano y otoño-invierno. Se busca que el cliente se deje caer por la
tienda y pique algo. La prenda textil se ha convertido en producto perecedero y
ahora ya no dura varios años, ni se hereda entre hermanos y ni se da a un
conocido, el factor precio se convierte en decisivo.
Desechamos cada vez más rápido, los consumidores nos hemos
quedado atrapados en un ciclo absurdo de microtendencias, hay dos
microtenporadas cada semana en las tiendas. La ropa está pensada para durar en
el armario unas 5 semanas antes de tirarla, un modelo insostenible para el
planeta.
¿Podemos hacer algo?
Lo primero no tirar la ropa a la basura. A diferencia de lo
que pasa con las cascaras de plátano, las ropas viejas no se pueden compostar,
incluso si han sido manufacturadas con productos naturales, pues se blanquean
los legía, se tiñen o se estampan. Estos compuestos químicos se desprenden y
van a aguas subterráneas. La incineración de ropa libera toxinas al aire y las
fibras sintéticas no son biodegradables.
Lo mejor es como se ha hecho toda la vida, reciclarla,
pasarla a familiares y amigos o entre hermanos.
¿Donarla a ONG? No te hagas falsas expectativas, a los
necesitados va entre un 20 Y UN 40% de la ropa usada, y países de África como
Kenia, Sudáfrica o Nigeria han prohibido su comercialización ya que hunde su
industria textil.
¿Reciclarla? La mayoría de fábricas de reciclaje de ropa está
en Asia y no es rentable económicamente para las empresas, además se suele
enviar por barco que consumen toneladas de combustible.
La solución es cambiar nuestros hábitos de consumo, nosotros
tenemos en nuestra mano el impacto de la industria textil en el planeta
haciendo lo que millones de familias han realizado toda la vida pasarla a
familiares, amigos y reutilizarla. No hace falta cambiar el armario cada
temporada y dejarnos llevar por un consumismo absurdo.
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